Esterilización de la perra
La esterilización de la perra se lleva a cabo para controlar el embarazo no deseado cruzando algunos perros desconocidos o del país o anodinos. La esterilización del perro reduce la agresividad del perro. Al esterilizar, se puede reducir la incidencia de enfermedades reproductivas comunes como la piómetra.

La esterilización también ayuda a controlar la población en caso de animales callejeros y muchas naciones están realizando estas operaciones extirpando los ovarios de las hembras. Se requieren veterinarios experimentados para esterilizar a las perras y se debe dar más énfasis a los cuidados postoperatorios. Si no se toman las medidas de control adecuadas después de la operación quirúrgica para la extirpación del ovario, las infecciones pueden comenzar a aparecer y el animal puede terminar desarrollando una peritonitis y luego aparece la toxemia, causando problemas de salud no deseados.
Finalmente, el perro puede morir si no se le proporciona una atención veterinaria adecuada y eficaz. Una perra que es esterilizada antes de que ocurra el primer celo tendrá casi cero posibilidades de desarrollar cáncer de mama, que es más común en las perras que no están esterilizadas.
Una perra generalmente entra en celo una vez cada ocho meses aproximadamente. Durante la aparición del celo, hay sangrado de la vagina y la perra puede cruzarse con el macho no deseado y la actividad de esterilización previene todo esto. En el caso de perros de edad avanzada, el perro a menudo puede presentar signos de aumento de sed, anorexia, vómitos, etc., que son tan comunes en la piómetra.
Piometra significa la presencia de pus en el útero. Una vez que se produce la piómetra, implica muchas molestias para el animal además del factor de coste que implica también la terapia. Esta piómetra se previene totalmente con la esterilización porque en el caso de la esterilización se extirpan ambos ovarios y el útero.